El próximo domingo 31 a las 12 del mediodía, el filial de la Real Sociedad visitará el campo de San Lorenzo para medirse al CD Laredo en partido correspondiente a la jornada 14 del subgrupo A del Grupo II de Segunda División B.
En principio, parece ser un partido como cualquier otro con sus propios alicientes. La visita de un filial siempre despierta curiosidad por ver a jugadores que dentro de poco serán asiduos en las alineaciones de Imanol Alguacil. Algunos de ellos ya han debutado con el primer equipo donostiarra como son los casos de Jon Pacheco, Aritz Arambarri, Urko González de Zárate y Roberto Navarro. Aparte de todo lo que hemos comentado, este duelo esconde una historia curiosa que tiene que ver con una familia que ya es historia de la Real.
En concreto, nos referimos a la familia Alonso y dos de sus miembros quienes desde el banquillo dirigieron a los "potrillos" en sus dos visitas. Periko y Xabi, padre e hijo. La primera y hasta ahora la última vez que el filial de la Real ha visitado San Lorenzo fue en partido oficial fue el 30 de diciembre de 1989 en encuentro correspondiente a la jornada 17 del Grupo II de Segunda B. Aquel partido finalizó con empate a 1 gol. Mikel Roteta adelantó a los donostiarras y Jorge puso la igualdad definitiva para los laredanos.
En aquel partido participaron algunos jugadores que luego llegaron a jugar en la élite del fútbol español como fueron el propio Mikel Roteta que tras pasar por el filial realista y el del FC Barcelona, jugó en Primera como el Málaga y el Real Murcia. También jugaron aquel encuentro Pikabea y Luis Pérez que posteriormente hicieron carrera en el primer equipo donostiarra. También fue el caso de Iñaki Alonso, actual técnico del Alavés B.
De aquella plantilla también formaba parte Imanol Alguacil, actual entrenador del primer equipo de la Real Sociedad, quien no disputó el encuentro celebrado en el feudo laredano, pero si hizo lo propio en el disputado en el estadio de Atotxa correspondiente a la jornada 36, allá por el mes de mayo de 1990.
Más de 31 años después, esta bonita historia sumará un nuevo capitulo en el curioso vínculo de la familia Alonso con la villa de Laredo y veremos la suerte que les depara esta nueva visita.
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